El cine de la Nueva Ola: La única revolución del cine

Por: Oswaldo Osorio

De todas las transformaciones o innovaciones que ha tenido el cine a lo largo de su historia, el único cambio de choque que no ha sido tecnológico sino que ha partido de la conciencia de la gente del cine para redireccionar la forma de hacerlo y concebirlo, es la política de autor, la cual se gestó en la crítica, pero que tuvo que ser materializada a partir de películas, y estas películas fueron las que, en su conjunto, recibieron el nombre de la Nueva Ola Francesa.

El XI Festival de Cine de Santa Fe de Antioquia, que se realizará entre el 8 y el 12 de diciembre, tiene como temática central este importante movimiento cinematográfico que se empezó a gestar a mediados del siglo XX. Para finales de los años cincuenta todo estaba dado para darle un golpe de estado al viejo régimen del cine francés: Las bases teóricas, la sistemática labor de agitación de la crítica, los referentes y modelos a seguir del cine nacional y extranjero, así como el ambiente general de una época inquieta por los cambios en la que la juventud empezaba a tomar el protagonismo que nunca había tenido.

Con todo a punto, solo faltaban las películas. Es así como una seguidilla de cintas, realizadas entre 1958 y 1961, se convierten en la base del movimiento, en la materialización del nuevo cine que revolucionó al viejo cine, a la industria, al lenguaje cinematográfico y al público. Algunas de ellas son El bello Sergio (Claude Chabrol), Los amantes (Louis Malle), Los 400 golpes (Francois Truffaut), Sin aliento (Jean-Luc Godard), Hiroshima mon amour, (Alain Resnais), entre otras.

¿Qué tenían en común estos realizadores y películas? Todo y nada. Los unía su espíritu rebelde contra el viejo sistema y su hambrienta vocación de explorar las posibilidades expresivas, temáticas y narrativas del cine, liberándose de convenciones y academicismos. Pero por otro lado, los separaban sus universos individuales y sus obsesiones personales.

El cine que hicieron, Truffaut lo definía a partir de la sinceridad de los autores y las obras, mientras que Godard decía que fue hecho para demostrar que todo estaba permitido. Y es justamente con estos dos directores, los más celebrados del movimiento, con quienes se puede ilustrar el carácter heterogéneo de la Nueva Ola.

Precisamente, es Francois Truffaut el director homenajeado en el Festival, que tiene una muestra central de 26 películas relacionadas con este movimiento cinematográfico, la cual es complementada por una nutrida programación académica, con invitados nacionales e internacionales, y por muestras alternas encabezadas por La Caja de Pandora, que presenta lo mejor del audiovisual del país.

Superada la década, el Festival de Cine de Santa Fe de Antioquia se presenta como uno de los más atractivos del país por diversas razones: la ciudad turística y colonial que lo alberga, su programación gratuita, el cine al aire libre, el ambiente de fiesta y el encuentro de la cinefilia del país y, para este año, un tema que le resulta entrañable a todo apasionado por el cine, porque en la Nueva Ola Francesa, justamente, fue el amor por el cine el que hizo posible que todo sucediera.

Publicado el 5 de Diciembre de 2010 en el periódico El Colombiano de Medellín.

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