Un relato a migajas
Por Oswaldo Osorio
Desde Hollywood es que nos viene la medida de cómo debe ser un thriller. De Hitchcock a Brian De Palma están planteados los recursos, recetas y hasta el tono en que se ha desarrollado este género cinematográfico que tiene como principal recurso el suspenso, un término que el público ha tomado como el nombre genérico de este tipo de cine. Pero cuando aparece un thriller europeo, muchas veces tiene unos elementos diferenciales que refrescan al género. Y si quien lo hace es un maestro del cine emotivo y hasta ternurista, el resultado es verdaderamente interesante.
Porque si bien a Giuseppe Tornatore todo el mundo lo conoció con la entrañable Cinema paraíso (1988), en su película anterior, que también es su opera prima, Il camorrista (1986), ya se había ensayado en el cine de género, porque se trata de una película de gangsters. Luego vendrían películas como Todos estamos bien (1990), El fabricante de estrellas (1995), La leyenda del pianista en el océano (1998) y Malena (2000), con ese tono cargado de emotividad e inocencia y un dejo de nostalgia que creíamos que era su estilo personal y definitivo.
Pero es que a nuestro país, por esos odiosos caprichos del circuito de exhibición que nos tocó padecer, nunca llegó una de sus mejores películas, titulada Una Pura Formalidad (1994), visceralmente protagonizada por Gerard Depardieu y Roman Polanski, un kafkiano thriller que demostró el buen sentido que este director italiano también tenía para las historias oscuras. Porque La desconocida es sin duda una historia oscura, retorcida y un poco despiadada, aunque el espectador tarde un poco para darse cuenta de ello. (De aquí en adelante la lectura corre por cuenta y riesgo de quien no se haya visto la película y esté dispuesto a conocer información que luego disminuirá el disfrute del filme).
La diferencia inicial de esta película con la mayoría de las de su género, es que no se nos presenta como un thriller, de manera que la primera sorpresa viene por cuenta de los giros que empieza a dar el filme hacia situaciones más amenazantes, misteriosas y sorprendentes. Porque al principio Irina, una joven ucraniana que vive en Italia, parece una mujer humilde y vulnerable, otra extranjera buscando sólo ganarse la vida honradamente. Aunque su sigilo y su interés por una familia en particular, además de unos rápidos flashbacks, empiezan a alertar sobre la verdadera naturaleza de la historia.
Como dejando migajas por el camino, Tornatore va llevando al espectador por ese sendero lleno de curvas en el que no se puede ver con mucha anticipación lo que viene y donde cada migaja, cada nueva información suministrada a su tiempo e inteligentemente, es un elemento más para contribuir a la intriga y expectativa del público. El principal recurso para esto son esos flashbacks que inicialmente sólo se presentan como cortos choques para la retina, pero que a medida que avanza la historia se van haciendo más amplios y, a su debido tiempo, le van contando al espectador sobre el dramático pasado de Irina siendo explotada como prostituta, más otras impensables vejaciones.
En relación con ese hábil suministro de información, que va en función, como en todo thriller, de la intriga y el suspenso, lo más interesante y mejor logrado del filme es la transformación del personaje. Pero no se trata de un cambio como el que ocurre en casi todas las películas, el que se opera por las cosas que le pasan en la historia al personaje, sino que se transforma es por ese ocultamiento y progresivo descubrimiento que hace el relato del pasado y las intenciones de Irina.
De manera que estamos ante un producto aparentemente convencional, por ser de género, pero por tratarse de un director que conoce muy bien las emociones humanas, no se queda sólo en el crimen, el suspenso y la intriga propios del género, sino que pone en primer plano lo que le pasa y siente el personaje. Y es que, normalmente, el cine de género depende de sus personajes estereotipados, y aunque aquí el antagonista lo es totalmente, la protagonista está llena de matices y humanidad, su drama personal tiene tanta fuerza como las secuencias de acción y suspenso. Y siendo consecuente con esto, Tornatore es capaz de terminar su historia en uno de esos picos emotivos y ternuristas que lo caracterizan, haciendo de ésta una película definitivamente diferente, original y llena de fuerza dramática y narrativa.
Publicado el 11 de Julio de 2008 en el periódico El Mundo de Medellín.
FICHA TÉCNICA
Título original: La Sconosciuta
Director: Giusepe Tornatore
Guión: Giusepe Tornatore, Massimo de Rita
Productora: Laura Fattori
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Fabio Zamarion
Reparto: Ksenia Rappoport, Michele Placido, Claudia Gerini, Pierfrancesco Favino, Aleddandro Haber.
Italia/Francia - 2006 - 118 min.