Ranking del año
Por Oswaldo Osorio
Es irresistible hacer listas. También es caprichoso, porque nunca habrá dos listas iguales, y un poco inoficioso, pues solo sirven, si acaso, de referente para aquellos que están sintonizados con el gusto y los criterios de quien hace la lista. Este no fue un año particularmente bueno, sobre todo si se tiene en cuenta que la lista está limitada a las cintas estrenadas en Colombia, o mejor, en Medellín, lo que reduce aún más las posibilidades. Y como se sabe, el noventa por ciento de nuestra cartelera viene de Hollywood y allí el cine por estos tiempos, más que nunca, anda alienado en una carrera de mega producciones, súper héroes y efectos digitales.
Quien quiera ver realmente lo mejor del año, debe echarle un vistazo a las selecciones oficiales de los principales festivales del mundo (Cannes, San Sebastián, Venecia, Berlín y Toronto), a las periferias del cine (China, Irán, Argentina…) y al cine independiente (al verdadero, no al que posa de serlo). Y lo más sorprendente es que casi todo este cine, que es invisible para la oferta comercial nacional, está al alcance de todos, ya sea con los distribuidores piratas de DVD o listos para descargar de la red. Solo hay que saber buscar.
1. Toy story 3. La película pionera de la animación en 3D que en su tercera entrega resulta casi perfecta en todos los aspectos. Una inteligente cinta que logró algo muy difícil: ser tan estimulante para el público infantil como para el adulto.
2. El origen. Ingeniosa historia que supo combinar el efectismo y vertiginosidad del cine de acción con una intrincada trama cargada de complejas implicaciones dramáticas y sicológicas.
3. El secreto de sus ojos. Una historia bien contada, personajes entrañables, un tono emotivo y un poco de todo en su trama. Lo típico de las que ganan el Oscar a mejor película extranjera. Aún así, es una gran cinta.
4. El imaginario mundo del Doctor Parnasus. Terry Gilliam nunca defrauda. Otro relato suyo donde realidad y fantasía se confunden a partir de cargadas y delirantes imágenes, todo siempre para hablar de las grandezas y miserias del hombre.
5. Micmacs. Una fábula con conciencia social llena de encanto e imaginación. Una combinación de humor, emociones y magia visual, como es propio del universo de Jean –Pierre Jeunet.
6. La muerte del Che. La segunda parte de uno de los retratos más certeros y elaborados que el cine ha hecho sobre el célebre revolucionario. Lo que en la primera entrega fue idealización y gloria, en esta es desencanto e impotencia.
7. Gigante. Un filme tan simple como contundente. Cine del escaso Uruguay que le apuesta a contar, a partir de un realismo cotidiano, una bella historia de amor y soledad.
8. El vuelco del cangrejo. Cine colombiano de autor. Una película cerebralmente planteada, con un estilo propio y orgánico. Una cinta introspectiva y sin concesiones para con el espectador que busque relatos digeribles o mensajes explícitos.
9. Amor sin escalas. Agridulce visión de la vida de un hombre que parece tenerlo todo, contada de forma sutil y reveladora.
10. Solo un hombre. Estilizado drama sobre el dolor de un hombre por una gran pérdida. Todo en esta cinta es contenido y, a la vez, potente: las imágenes, los sentimientos y las ideas.