La serie B con ínfulas de gran cine
Por Oswaldo Osorio
El séptimo arte también tiene sus castas, y la serie B es el cine que históricamente ha estado en la última parte de la “escala social”. Se trata de cine de bajo presupuesto que, por esa razón, está construido a partir de esquematismos y contenidos sensacionalistas y repetitivos, con actores aficionados y escasa calidad cinematográfica. Es un cine que explota la violencia, el erotismo, el horror y todo lo que sea de fácil consumo. Como si fuera los “barrios bajos” de Hollywood, nadie que haga parte de la gran industria se pasea por allí. Hasta que llegó Robert Rodríguez con Machete.
Y es que este director chicano empezó haciendo cine de serie B. Su película El mariachi (1992), que causó furor por los siete mil dólares que costó y los millones que recaudó, es una cinta barata creada a partir de la violencia gratuita. Pero su talento para concebir imágenes icónicas e ingeniosas, más su pericia y vivacidad narrativa, hicieron que su ópera prima saltara de la marginalidad a los carteles de importantes teatros y festivales.
Desde entonces Rodríguez, muchas veces en complicidad con Quentin Tarantino, ha jugueteado con todas las posibilidades del cine en términos de géneros, públicos y presupuestos. En 2006, para su película Planeta del terror, que era un homenaje al cine de serie B de los años setenta, realizó el trailer de una película que no existía sino en su intención de algún día realizarla. El avance tuvo tal éxito que decidió hacerla, continuando con la lógica del homenaje a ese cine que tanto vio en su juventud.
Por eso es que Machete es una película que, normalmente, se diría que es muy mala, por sus personajes arquetípicos, las situaciones gratuitas para crear escenas de violencia o sexo, los diálogos llenos de clichés, por su forzado argumento, etc. Sin embargo, cuando todo esto es creado de forma intencional, lo que parecía defecto se convierte en efecto. Es decir, el manejo de estos recursos son tan evidentes y llevados al exceso, que se pone de manifiesto la lógica de juego y homenaje, y la irreverencia misma con la industria, haciendo mal cine (y de otra época) con los recursos del “buen cine” actual.
Y es que hasta esta película, por ejemplo, resultaría impensable que en una misma cinta participaran Robert De Niro y Steven Seagal. El cine que han hecho ambos actores están en las antípodas de las convencionales valoraciones cinematográficas y, sin embargo, aquí están igualados por una estética del exceso, del culto y celebración de un cine que ya no existe, pero que, aún así, está presente en los antecedentes del cine de acción actual (y en la mala televisión).
Así mismo, a pesar de ser “cine basura” elevado a la categoría de mainstream (corriente principal), gracias a la ironía y también a la nostalgia, todo ello sirve de excusa para hablar de un tema que actualmente es motivo de debate en Estados Unidos: la situación de los inmigrantes. Por eso, en esta película se dicen cosas sobre este tema que causaría gran revuelo en un filme “serio”. De ahí el poder subversivo de Machete, porque si bien parece un producto descaradamente comercial, también es una cinta cargada de guiños, referentes, simbolismos, ironía, irreverencia, ingenio, nostalgia y conocimiento del cine.
Publicado el 12 de diciembre de 2010 en el periódico El Colombiano de Medellín.
FICHA TÉCNICA
Dirección: Robert Rodriguez y Ethan Maniquis.
Guión: Robert Rodriguez y Álvaro Rodriguez.
Producción: Elizabeth Avellan, Robert Rodriguez y Rick Schwartz.
Música: Chingon
Fotografía: Jimmy Lindsey
Reparto: Danny Trejo, Steven Seagal, Michelle Rodriguez, Jessica Alba, Robert De Niro, Jeff Fahey, Lindsay Lohan, Cheech Marin, Don Johnson.
USA – 2010 - 105 min.
TRAILER