Un héroe ambiguo

Oswaldo Osorio

El cine es emoción y aventura en su estado más primigenio. Las primeras historias, así como ocurrió con la literatura, fueron de héroes que se enfrentaban a un mundo incierto y hostil. El espectador en su butaca en este tipo de cine, entonces, es transportado a mundos y épocas que le son ajenos, pero con los cuales se conecta por una instantánea empatía con el protagonista. Aunque después de tantas historias de cine contadas y vistas, no podía ser el mismo héroe de siempre, y ahí radica la atractiva variación que propone esta película.    

Vidocq es un convicto con ganada reputación por sus escapes. Es un héroe que tiene una ambigüedad moral con la que el espectador tiene que lidiar. Pero su objetivo -y la premisa de la película- es claro y contundente: combatir el mundo del hampa en la París napoleónica para ganar su indulto y vivir tranquilo. Para hacerlo, recluta un variopinto grupo de personajes con igual ambigüedad moral, pero por eso, justamente, muy eficaces en esa empresa que se proponen.

Al mejor estilo del Jean Valjean de Los Miserables, pero sin esa sosa aura de bondad y corrección política, Vidocq da tantos garrotazos como los que recibe. Y sus enemigos van rotando en el relato, lo cual permite que la historia sea siempre envolvente e inesperada. Por eso se trata de una película con un variado rango de posibilidades narrativas y dramáticas: intriga, acción, drama y romance, hay de todo sin parecer forzada.

De fondo está ese extraño contacto y tránsito entre las altas esferas de la política y los bajos fondos de la delincuencia. Vidocq es el punto de enlace entre esos dos mundos. Y ese es tal vez el aspecto más ambiguo como héroe. A pesar de su aparente dureza y desprecio por la institucionalidad, su mayor anhelo parece ser quedar bien para llegar a ser un hombre de bien, un hombre tranquilo que no tenga que estar mirando siempre por encima del hombro para evitar persecuciones y ataques.  

Entre perseguir trúhanes, enfrentar a sus enemigos y limpiar su nombre, nuestro héroe atraviesa este relato cargado de emociones, a la mejor manera del clásico cine de aventuras. Por eso es una película entretenida y sostenida en sus grandes valores de producción, los mismos que lo transportan a uno a un mundo tan lejano en el tiempo y el espacio, pero tan cercano sensorialmente, lo cual solo puede ser posible gracias a un medio como el cine.  

Publicado el 13 de octubre de 2019 en el periódico El Colombiano de Medellín.       

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