Navidad Vs. Halloween

Por Oswaldo Osorio

Lo primero que define a una película de culto como tal es que puede ser vista una y otra vez sin perder su fuerza y encanto. Además de todas las veces que los fanáticos habrán podido ver esta cinta, ahora tienen una excusa más para repetir la experiencia y hacerla aún más profunda, literalmente, pues su re-estreno en 3D es precisamente eso, la posibilidad de volver a visitar lo ya conocido pero como si fuera una nueva experiencia.

En estos tiempos del imperio y la moda del sintetismo de las imágenes, es necesario hacer unas aclaraciones de orden técnico con respecto a esta cinta. Lo primero es que se trata de la última gran película en stop motion (creación de movimiento fotografiando cuadro a cuadro las figuras en un escenario a escala) antes del éxito comercial de la animación en 3D con la película Toy Story dos años después (1995).

Así mismo, hay que aclarar que aquí se está hablando de dos tipos de 3D (tercera dimensión), una es la de la imagen generada por computador -la de Toy Story o Shrek, por ejemplo-, que se presenta como una innovación ante las tradicionales técnicas de animación: la dibujada (2D) y con figuras (stop motion); y otra es el efecto de profundidad que separa los objetos que hay en el primer plano con los que están en otros planos y en el fondo, que es la 3D que se consigue usando las gafas, antes de cartón y de colores, pero ahora polarizadas y con un sistema mucho más refinado. Esta última 3D es el nuevo aditamento de la película de Henry Selick.

Porque ésa es otra aclaración que hay que hacer: no es una película dirigida por Tim Burton (ni siquiera el guión es suyo, pero sí el argumento), aunque de todas formas resulta innegable que el concepto le pertenece y que el universo al que le da forma Selick es el que se le conoce a Burton desde su primer cortometraje en stop motion (Vincent, 1982). Y este universo tiene que ver con una configuración visual macabra del mundo, pero protagonizada por unos personajes ingenuos e idealistas que la mayoría de las veces son completamente diferentes a todos los que los rodean. Es en este contraste donde está la clave de la fascinación que el público tiene por el cine de Tim Burton.

Todos esos elementos están en esta cinta, porque además, el planteamiento de su historia parte de un juego de contrastes entre las características y configuración de una fiesta como el halloween, frente a otra como es la navidad. Ambas están fundamentadas en valores opuestos, tanto en lo visual como en los elementos que las originan. Esto es, si la primera parte de la idea de la muerte, lo macabro, la maldad incluso y la existencia de seres horripilantes, la segunda se refiere a sentimientos cálidos y fraternales y parte de una visión del mundo amable y colorida.

Jack Skellington, con la ingenuidad y buenas intenciones que caracterizan a los personajes burtonianos, se propone mezclar estos dos opuestos, y es de las consecuencias de esta bizarra iniciativa que la película puede desplegar sus encantos: el humor al recurrir a los arquetipos de los personajes, el ingenio visual en la reconstrucción de los dos universos y, sobre todo, en forzarlos a ser uno, y el conflicto del héroe que busca cambiar su mundo y su rutina, embarcándose en una empresa que pondrá en peligro todo lo que es él y el universo que habita.

Esta película tiene, además, otra exigencia, y es que se trata también de un musical, un género que en nuestro medio no es muy apreciado, tal vez por falta de una tradición que lo haga cercano. Pero la en este caso diferencia está en que, si bien en la mayoría de los musicales la trama si acaso avanza con las letras de las canciones, en ésta la expresividad de la propuesta estética, reforzada ahora por la imagen en 3D, permite disfrutar también los números musicales. Porque, en últimas, estamos ante una experiencia estética en distintos niveles: en lo visual, lo musical, la creación de personajes y en la síntesis que hace de complejos universos (sobre todo el del gótico y el cine de horror).

Publicado el 30 de octubre de 2009 en el periódico El Mundo de Medellín.

FICHA TECNICA
Titulo original: The Nightmare Before Christmas 3-D
Director: Henry Selick
Productor: Tim Burton
Guión: Caroline Thompson, Michael McDowell
Fotografía: Pete Kozachik
Música: Danny Elfman
USA - 2007 - 76 min.

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