Ensayo de apocalipsis

Por Oswaldo Osorio

fin_tiempos.jpgEl director de El sexto sentido vuelve con una historia con características similares a las de sus otros filmes, aunque sin el mismo impacto y efectismo, y esto es lo que muchos no le perdonan. Gracias a su gran sentido para el suspenso y su habilidad para contar historias, se le ha llamado el nuevo Hitchcock y el nuevo Spielberg, juntos, lo cual no es nada desdeñable si se tiene en cuenta que esta última es apenas su séptima película. Se trata de una cinta con muchas de las cualidades que han definido su obra, aunque menos vistosa y contundente. Aún así, es una pieza más de una de las carreras más interesantes del Hollywood reciente.

Sus historias son protagonizadas por seres comunes y corrientes y generalmente nobles; la presencia de niños y/o la inocencia, al tiempo que aumenta la tensión, suele ser la fuente de la solución del conflicto; además, son relatos cruzados por un gran misterio, en el cual se basa buena parte de la intriga y el suspenso; y por último, siempre hay una moraleja de fondo, una idea de tono humanista, a veces con tintes espirituales, que termina dándole el sabor final a lo que parecía un simple thriller de puro entretenimiento. A todas sus películas se les puede aplicar este esquema: Señales, El protegido, la aldea y La dama en el agua.

Pero el hecho de que sea un esquema no quiere decir que ya esté gastado. Con El fin de los tiempos de nuevo este cineasta impacta de entrada y plantea su misterio para amarrar al espectador a  su historia. La secuencia del parque y, sobre todo, cuando es seguida por la de los obreros lanzándose desde el edificio en construcción, es sin duda unos de los inicios más contundentes y escalofriantes de la historia del cine. Que en adelante el relato baje el tono y se convierta en una historia de misterio y suspenso, planteada de forma minimalista, eso ya es una decisión de Shyamalan, quien eligió producir unas impresiones más sutiles en el espectador, por encima de otras más efectistas.

Y es que para crear tensión y suspenso sólo con ver pasar el viento y con algunos planos de los árboles, y además sostener el misterio con un enemigo desconocido e invisible, eso requiere de una sutil habilidad que indudablemente este director tiene. Es cierto que muchas veces resulta ingenuo con algunas soluciones o argumentaciones, incluso forzado en las explicaciones, pero dentro de la lógica del thriller o lo fantástico son eficaces para conseguir el fin último, esto es, plantear la metáfora de una idea más profunda -a veces críptica- y manipular las emociones y la atención del espectador.

La simpleza argumental de este filme, así como la mesura en las emociones desplegadas y en los efectos, de ninguna manera son una carencia, al contrario, la forma consciente en que fueron buscados, se hace evidente y se antoja como la principal virtud del filme. De hecho, el mismo director afirma que con él quiso hacer un homenaje al cine de serie B, con sus tramas simples y el juego de sugestión con amenazas apocalípticas.

Porque la historia que cuenta esta película es como un ensayo del apocalipsis, es un anuncio de fuerzas mayores que dominan la vida y la naturaleza. En este sentido, la alegoría a la sociedad norteamericana actual es muy clara, no sólo porque pone en evidencia esa paranoia que aún domina a este país, que es la causa de tanto comportamiento arbitrario e intolerante, sino porque es como una advertencia, en clave de thriller, sobre la forma como los hombres están manejando el mundo, y esto desde una doble lectura, la ecológica y, en especial, la política. Así que no es sólo una "película de suspenso", es una cinta inteligente dentro de su simpleza, efectiva en las reacciones que busca y entra a hacer parte de una obra que, no por comercial y ligada a los géneros, sea menos ingeniosa y estimulante.

Publicado el 4 de Julio de 2008 en el periódico El Mundo de Medellín.

FICHA TÉNICA

Dirección y guión: M. Night Shyamalan.
Género: Drama, thriller.
Producción: Sam Mercer, Barry Mendel y M. Night Shyamalan.
Música: James Newton Howard.
Fotografía: Tak Fujimoto.
Montaje: Conrad Buff.
Intérpretes: Mark Wahlberg, Zooey Deschanel, John Leguizamo, Betty Buckley, Ashlyn Sanchez.
USA - 2008 - 91 min.

 

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