Un diario íntimo

Por: Oswaldo Osorio

Si el cine es como la vida, con películas como ésta cada vez está más cerca de la vida misma. Aunque históricamente el cinematógrafo ha sido artificio e ilusión (aun cuando toca temas realistas) hay una tendencia, acentuada en el cine contemporáneo, que ha optado por un realismo y naturalidad, tanto en la puesta en escena como en la fotografía, que ha acercado más al cine al mundo real tal cual como lo conocemos y lo percibimos. Un perfecto ejemplo de esto es esta cinta, con sus tres horas de duración, sus largas y explícitas escenas de sexo y un relato más interesado en dar cuenta de situaciones y emociones que de contar una historia con todos los giros y artimañas de la narrativa convencional.

Adèle es una colegiala a quien le cambia la vida cuando conoce a Emma, una estudiante de artes solo un poco mayor que ella. Ese cambio lo registra la película de manera intensiva y extensiva, cuando en su larguísimo metraje se puede ver no solo su paso de la adolescencia a la madurez, sino también su despertar a la verdadera sexualidad y a la vida sentimental. Es como ver todo el proceso de una oruga salir de su capullo y convertirse en una bella mariposa, aunque una mariposa triste.

La vida de Adèle (La vie d'Adèle, 2013) es por eso un diario íntimo y minucioso, logrado a partir de esa fascinante cercanía que el director consigue con el personaje y la actriz, que se funden en una sola (tanto que el primero terminó siendo rebautizado con el nombre de la segunda). Solo de esta manera fue posible experimentar por parte del espectador con tal fuerza y empatía el viaje de esta joven por la vida, las relaciones con quienes la rodeaban y su encuentro con el amor y la sexualidad. 

Y este viaje lo que tiene de certero y entrañable también lo tiene de intenso y dramático, porque así como Adèle descubre la inmensidad y lo maravilloso del sexo y el amor (independientemente de que sea heterosexual u homosexual), también tiene la oportunidad de experimentar la honda tristeza del desamor.

Y es que esta no es tanto una película sobre el sexo y la homosexualidad, como en su predilección por lo escandaloso podrían verla muchas personas y medios, más bien es una historia sobre el despertar sexual y sentimental de una mujer, así como una experiencia íntima y emotiva por vía del amor y el desamor, sentimientos transmitidos con efusiva y dolorosa exactitud gracias a la sensible mirada y al talento de este cineasta.     

Publicado el 2 de enero de 2014 en el periódico El Colombiano de Medellín.

  

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